jueves, 24 de junio de 2010

Coco

Era un día normal hace algunos meses, donde el mirarme al espejo me causaba daño, fue un tiempo incluso donde no quería existir, dormir era mi vida, y mi casa una prisión donde cumplía condena voluntaria.
Llegó un nuevo día y una llamada me llevo a salir, fui al cine, comí cangrejos y llegue tarde a casa, antes de salir, teniendo frente a frente al espejo de mi cuanto que había tapado, me dije, es decir, le dije a este mundo: necesito señales de una nueva vida, quiero dar una oportunidad.
Las recuerdo, y muy bien.
Al regreso a mi casa, quien manejaba me dijo: vio lo que hay en medio de la calle? Pasábamos en una amplia avenida en la ciudad, donde los carros pasaban a cada instante, yo, sin lentes, no veía nada. Llegamos al acuerdo de retroceder, me baje del carro, y era un gato, tan pequeño que cabía en la palma de mi mano, que hacía en medio de la calle a la media noche? No lo sé! No pude dejarlo, y lo traje a mi casa.
Era un gatito recién nacido, casi moribundo, y es el ahora quien me acompaña todas las noches y días, está junto a mí, y es una adoración en mi casa.
Siempre esta cálido, duerme como una persona, mira como una persona, parece un niño, engreído, travieso, cariñoso, y resulta que es hasta aplicado y muy educado en sus necesidades físicas, es sencillamente único! ahora mismo está frente al monitor viendo lo que escribo, le gusta verme pintar, se posa junto a mi y se queda despierto hasta cuando apago las luces, cuando leo, parece que lo quisiera hacer también, se queda viendo fijamente las letras! en las mañanas sale a la terraza a tomar sol, no se como, pero tiene un amiguito que lo viene a visitar todos los días, ama a mi perro y mi otra gata! cuando come, lo hace acostado, toma mucha agua igual que yo. si lo vieran dormir, si lo vieran dormir!
Es esta la oportunidad que tuve para cambiar? Salvar una vida? Se ha posado ahora en mis piernas y tiene una carita como si dijera, ya duerme!
Cada vez que lo veo, mi corazón se llena de esperanzas diciéndome: aun cuando todo parece acabar, siempre llega del cielo esa bendición, todo puede cambiar. En cualquier momento.
La vida sorprende, todo lo malo y todo sufrimiento, queda atrás.
Cada vez que veo a mi gato, me recuerda que los milagros existen.

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