domingo, 5 de junio de 2011

Pues, esta es la verdad.
Un domingo, como cualquiera pero diferente, envuelta en la voz de Concha Buika y desconcertada un poco pensando en que el agua es libre y las lagrimas no comprenden como es el dolor sin el recuerdo.


Dibujo mi situación>
Acostada en mi cama, con aire frio, pero no suficiente para este calor que tiene mi cuerpo, rodeada de colores naranjas y una puerta que se cierra, hacia mi derecha> un árbol sin enmarcar, pintado en una etapa roja de mi vida, con el corazón entregado en aquellas mentiras tan verdaderas pero favoritas, no fueron tan malos aquellos momentos, de esos que se fueron para siempre sin dar vueltas, sabiendo que al hacer eso dolería menos.


Hacia a mi izquierda< colores celestes, libros y ropa sin usar, algo de luz y un poco de electricidad, cambiando de entorno una estantería de dibujos y deseos apilados, adornados de un caballete con lentejuelas en medio de nostalgias de cedas.


No sé qué está pasando cuando me pongo a bailar con el amor vacio de mi presente, es como si me cogiera de la mano para llevarme al baile que me dejo vestida de blanco.
Siento mi corazón sin preguntas, con cicatrices ya borrosas y con cariños un poco empolvados.


No sé si es acaso esta la oportunidad de la cual he estado anhelando, no me alegra, no me entusiasma, mas bien, me asusta un poco y no me hace sentir especial.


Es acaso mi yo interno o el yo que se dibujo mientras lo esperaba? el respeto hacia don tiempo no lo he perdido, recuerdo como hace unos 10 anos deliraba con ese nombre y como le obsequiaba insomnios a don alejado, y ahora, con las experiencias encimas aparece con aquellas intenciones que yo anhele hace tantos momentos.


Se supone que es aquí donde me engalano de ganas y me digo, adelante.


Unas lagrimas maquillaron mis mejillas, en visto esas ganas que se envuelven en soledad.