domingo, 16 de mayo de 2010

AMOR Y PAZ




Hoy voy intentando escribir despojándome de la tierra en donde voy viviendo, ahora en medio de una computadora nueva, un domingo soleado, un pequeño gato adoptado en mis piernas, varias páginas con sentimientos viejos y añejados y un hermano durmiendo por el desvelo de las luces de neón, estoy yo, escuchando voces y viviendo con los ojos abiertos dejándome guiar por el viento que me regresa a las calles de pasados ayeres e historias concluidas que cada vez que duermen, despiertan por las ganas de “un saber” que siempre hay en las miradas y expectativas.


El ser un anónimo en lugares de donde imperó algún segundo es extraño, es fácil borrar, suprimir y maquillar en estos lares cualquier intensidad, casa o sentimiento, donde ante el mundo nunca ha pasado nada, ser sencillamente un ente fantasma, donde desaparecer es el oficio magistral, y solo así es demostrar al mundo y a los ojos espías que SI pasó y ya NO pasa.


Escribo hoy domingo dejando al trabajo en una pausa, para desmitificar estos sentimientos de vivencia, donde el escribir desde mis palabras habladas se había hecho muy conflictivo, acudiendo a la poesía y palabras que hablan y no, dejando a la imaginación el entendimiento y a veces hasta inciertas verdades ante los demás.


Tengo muchos sentimientos de los cuales hablar y escribir, dentro de ellos lo más importante, la gratitud, la gratitud ante mis ganas, mi actitud, lo que me rodea, a esta tierra y sus infinitas energías que han venido a mí de una manera asombrosa, a este Dios que es mi Dios y me ha colmado de sonrisas últimamente, donde la vida y todo me va trayendo de a poco muchas cosas de las cuales he anhelado y deseado, sintiéndome cada día más feliz, durmiendo ahora como se debe, sin descolorar madrugadas, dejando de ver el claro de las mañanas todos los días sin dormir nada, le doy gracias a mi otro yo por ser tan fuerte y capaz de pasar ese bache tan doloroso que ya no se siente de igual intensidad.


Y es ahora en donde me pongo a pensar en mis ganas, buenas, ingenuas, inteligentes y capaces, pero es aquí donde entra el corazón que es el que me hace escribir hoy, alguna vez alguien me preguntó si el amor lo soporta todo, y yo respondí de inmediato, claro que sí! El amor lo soporta todo! El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, por eso es mejor llegar a un punto donde hay que pensar y sentir con la cabeza, la razón e inteligencia. Aunque esto a veces se nos va de las manos, porque así es el corazón, indescriptible, indomable, algo a lo que uno no puede decirle no a nada, imponerse algo o poner un abarrera para dejar de sentir.


Pienso ahora con la cabeza y corazón, que después de la inteligencia y el sentimiento viene la magia, resultado de las intenciones y ganas que tengamos, al menos así es como mis razones piensan ahora, porque para mí el amor es lo más importante por sobre todas las cosas, y no solo me refiero al amor de pareja, sino a la de la familia, amistades, trabajo, gustos, naturaleza, y mucho más. Es el amor el que nos lleva hacer todo mejor, aunque nos equivoquemos, siempre hay la oportunidad de mejorar y hacerlo todo como se espera y se quiere.


Sentir amor hacia todo lo que uno hace es algo delicioso, y lo digo por primera vez como experiencia, porque este corazón que escribe tuvo que pasar por un gran hueco de dolor para conocer este sentimiento a profundidad, porque lo sufrí todo, lloré todas mis lágrimas, no dormí infinidades de noches, fue toda una semana tan intensa que sentí que la viví como si hubiera sido un año o más, y lo escribo ahora como acto de libertad, porque el escribir y dibujar lo que siento que ayuda abrir más y más estas alas, que no solo se torna como un acto psicológico de liberar las toxinas sentimentales, sino que se va formando como actos de vida y de precisión ante las leyes de atracción que van siendo mis allegadas.


Ahora soy feliz como no lo había sido antes, soy feliz fuera y dentro de mí, dejando el amor de pareja a un lado, soy feliz por muchas razones que antes no notaba, soy feliz al ver a mi mamá feliz! Al levantarme verla sonriente y hermosa viéndome sonreír todos los días, soy feliz por el amor que siento de mis allegados, de mis padres, de mi hermano, de mi familia, de mi perro blanco viejito y mis dos gatos, soy feliz por este nuevo trabajo que me llena de expectativas y al fin voy hacer lo que me gusta, soy feliz porque amistades lejanas se han vuelto un pilar fundamental en estas sonrisas que voy estrenando todos los días, porque una vez más he aprendido que las apariencias son solo un escudo, que todo en esta vida es perfecto, que nada es casualidad, que todas las personas que tenemos a nuestro alrededor están con un propósito, ya sea bueno o malo, están para prender y enseñarnos algo, y en mi caso, todas las personas que viven conmigo y forman parte de mi entorno, han aportado de una manera mundial el ser como ahora soy, he aprendido y sigo aprendiendo, me siento una verdadera mujer de pantalones y armas tomar, me siento mejor, ya no duelen muchas cosas, y este corazón ha aprendido a ver los recuerdos de una manera sustancial y hasta bonita.


Me siento libre y sin muchos pesos encima, le doy nuevamente gracias al mundo! A Dios! Por cuidarme tanto y por ser lo que soy, por aprender de los errores míos y ajenos, doy gracias por mi salud, que en algún momento me destrozó, ahora todo es color azul, todo está a la perfección, y es que lo tengo todo, por ahora lo tengo todo y no pretendo desvalorarlo, ahora soy feliz hasta por las constelaciones que he aprendido a ver en el cielo.


En esa soledad donde a mi lado no se encuentra nadie con quien compartir muchas cosas, se que será pasajero y a esta vida tan colorida mía llegará alguien que me enamore y me haga la mujer más afortunada y más feliz todavía.


Por ahora a seguir sonriendo, a seguir viviendo, trabajando, pintando, leyendo, aprendiendo, viajando, conociendo, bailando y mucho mucho más. Vuelvo a repetir que este corazón que escribe, aunque tenga sus tropezones y hable en algún momento de melancolías y amores pasados y presentes, siempre mirara con los cinco ojos adelante, y escribiré lo que sienta, dejando de vez en cuando secretillos que me hacen sonreír o llorar a solas, son sentimientos que los he aprendido a ver como inspiraciones o momentos en donde la soledad impere como de costumbre, pero sin ese dolor del cual siempre escribía y hablaba.


Sencillamente ahora todo es diferente, hasta yo soy diferente.


AMOR Y PAZ POR SIEMPRE.




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