sábado, 22 de mayo de 2010

Una noche más

Como es de costumbre, estaba intentando dormir, luego de ver una película de cuatro amigas en medio de cumbres borrascosas y amores desequilibrados, donde la desilusión hace de misa campal y el protagonismo se basa en corazones que han anhelado sencillamente cumplir el deseo de solo “amar”, estoy aquí nuevamente batallando con el delirio y oxigeno de estás letras.


Y es esta palabra la que ahora me hace escribir y recordar lo que sentía o siento por el amor.


Creo ahora a mi edad de tiempo vivido en experiencias, recuerdos, llantos y sueños ya rotos, creo que cuando se ama profundamente y sean cuales fuera los motivos de la separación, el corazón no vuelve a ser el mismo dentro de mucho tiempo, esencialmente cuando se ha sentido que se ha amado por primera vez, si los dos corazones no se rompen, uno queda más lastimado que el otro, o también viceversa.


En mi caso a ese amor lo he visto por veces primeras, desde hace tiempos enterrados, y mi imaginación recuerda tan solo el instante del flash de las fotos.


Mi asombro separa mis labios dibujando un profundo espacio, y es que mi razonamiento aún sigue sin entender en lo que se convirtió para la razón de hoy.


No entiendo y busco tratando de conocer los motivos de su inesperada metamorfosis, aunque mis ganas no han hecho nada para saber, las letras van siempre arrojándome al abismo de las preguntas.


Y una de ellas es, se puede volver amar con la misma intensidad? Se puede olvidar todo y conocer un nuevo amor? Se puede llegar a sentir amar por vez primera, otra vez?


Al parecer estas preguntas se contestan solas al ver a mi alrededor, porque he conocido personas y corazones que han sentido esto en algún momento de sus vidas, y ahora están igual o más felices que en aquellos tiempos, obviamente con personas diferentes.


Creo que el corazón es un océano de secretos, y todos estamos en la libertad de arrojar a la mar los recuerdos y sentimientos que en algún momento nos hicieron sentir amor del más grande, y no por desmerecer nada, sino por seguir, avanzar y no quedarse en el camino esperando por toda la vida a alguien que y tal vez ya haya hecho lo mismo. Cómo saber no?


Todo es inverosímil y muy difícil de aceptar, especialmente durante los primeros meses.


Y la esperanza? Porque por más decididos que se esté, ella siempre brilla, por más oscuro que esté el callejón a lo lejos está diciendo, hey! No te olvides de mi! Yo nunca muero aunque me des entierro!


Que dilema el mío de esta madrugada, ya solo quiero dejar de pensar y solo dormir.


Porque dejar de sentir lo que siento, muy difícil.



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