sábado, 27 de marzo de 2010

Tengo ganas.


A las tempranas horas de un nuevo día, mis manos han buscado que hacer durante mucho tiempo, alejadas ya un poco de los pinceles, ya limpias y descansadas, vengo a esta ventana hacia al mundo a relatar un poco de estas ansias, y como dice el titulo apoderado, ganas.

No he dejado de cantar, tatarear y desear, estas ganas de las cuales voy a escribir ahora. En estos últimos días, bastantes especiales y únicos, no dejo de pedirle al mundo tantas cosas, de tener tantas expectativas, mi corazón ahora no deja de regocijarse con pequeños detalles que aparecen de a poco en mis sueños despiertos, en mis cuentos reales en mis posibles y voraces verdades.

Voy caminando, firmemente, con la cabeza en lo alto, viendo a todos lados, disfrutando y endulzando mis ojos con esos pájaros color violetas que me sonríen a lo lejos, estiro mis manos hacia el cielo y con un pedacito de azul, mi vientre no sufre más, mi vientre es acariciado con ese cielo ni dulce ni agrio. Con ese cielo color tranquilidad.

El no volver atrás es una tarea difícil, es ir contra los millones de pensamientos que surgen en nuestros hemisferios diariamente, ir en contra de imaginaciones, de esas que no son del todo saludables, esas imágenes que masoquistamente atraemos a la realidad del mundo en nuestra cabeza.

Pero como me lo he propuesto y decidido, no vuelvo mirar atrás, no vuelvo a pensar en lo pensado, no vuelvo a sufrir lo sufrido, no vuelvo a pintar los mismos errores, sencillamente ya no más.

Mi corazón ha sido fuerte, muy fuerte, y estoy ahora apoyada de esa fortaleza que algunas veces dudé tenerla, pero ahora con orgullo y unas millonadas de lágrimas, digo y siento que mi fortaleza y ganas de ser feliz, van de a poco, ganando esta batalla interna en la cual voy luchando todos los días.

Sintiendo un breve aroma de cariño, me voy estando complacida de lo que he dado y sentido hasta hoy. Esta vida es hermosa, y una y mil veces más, voy a empezar a disfrutarla.

No hay comentarios: